A 28 años del Caracazo: El Pueblo masacrado por un paquete neoliberal



Publicado: 27/02/2017 09:49 AM

Hace 28 años los venezolanos fueron testigos de un acontecimiento que marcó la vida de muchos, denominado El Caracazo o Sacudón, el cual debe su nombre a una cadena de protestas que se suscitaron en la ciudad de Caracas, desde el 27 de febrero hasta el 8 de marzo de 1989, durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez (CAP), quien en vez de trabajar en pro de la justicia social como había prometido durante su campaña electoral, no hizo más que conducir el país a una total anarquía tras arrastrar la economía de éste hacia un modelo neoliberal promovido por el Fondo Monetario internacional (FMI), con el llamado Paquete Económico.

El liberalismo económico impuesto por CAP produjo un aumento progresivo del precio de los servicios públicos, la liberación de precios de la canasta alimentaria, el aumento de los productos derivados del petróleo, el incremento del pasaje, la eliminación de aranceles de importación, la determinación de una tasa de cambio en el mercado libre de divisas, la ejecución de todas las transacciones con el exterior a una nueva tasa flotante y como si fuera poco desencadenó un extremado índice de desabastecimiento y desempleo provocando con esto una fuerte reacción en las personas de bajos recursos.

Las primeras protestas tuvieron lugar en Guarenas, estado Miranda, alcanzando más tarde las calles caraqueñas, donde la gente de los sectores populares como El Valle, Catia, Coche y Antimano comenzaron a saquear para poder saciar sus necesidades alimenticias, pero la incompetencia y el abuso de poder de los cuerpos de seguridad hicieron que los sucesos se tornaran más violentos.

La ciudad quedó hundida en el caos de la muerte, la represión, la persecución política, el hambre y la militarización luego de que el Estado suspendiera las garantías constitucionales y activara el Plan Ávila, que bajo el concepto de “salvaguardar la ciudad” dio al Ejército el poder para usar sus armas en contra del pueblo, originando con esto una masacre de la cual hasta ahora no se tiene una cifra exacta de los inocentes caídos.

Durante la represión los hospitales ya no daban cabida para tantos civiles heridos y las morgues se encontraban abarrotadas de muertos, esto sin contar a las personas que fueron desaparecidas por funcionarios del Estado y de las cuales nunca sus familiares volvieron saber.

La cifra oficial de los asesinados que ofreció el gobierno de CAP durante el Caracazo fue menor a 300, pero esto quedó totalmente desfasado cuando años después aparecieron fosas comunes en la famosa Peste, ubicada en el Cementerio General del Sur, donde se encontraron decenas de cadáveres de correspondientes a víctimas de ese acontecimiento. Esto sin hacer referencia a los hombres, mujeres y niños masacrados en las calles y en sus propios hogares, en los hechos vividos en zonas como Petare, El Valle, Catia, 23 de Enero y tantas otras, donde esas personas fueron los únicos testigos reales de lo lamentablemente sucedido aquellos días. Las ONG y organismos defensores de derechos humanos calculan cerca de 3 mil muertos.

Grandes pérdidas humanas, daños materiales y una extrema pobreza en la que quedó socavado el pueblo venezolano fue el saldo que dejó la gran masacre de un paquete neoliberal.

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