La guerra contra los CLAP



Publicado: 09/06/2016 05:04 PM

Fijémonos en algo: la última semana todos los políticos escuálidos se han encadenado en sus opiniones para decir que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) son la peor plaga que ha existido en el mundo. Igualmente todos los medios de comunicación han sacado notas, artículos, entrevistas, reportajes, para decir que los Clap son malos, que no sirven, que discriminan, incluso que son “un ataque del Gobierno contra el pueblo”. Por las redes sociales se levantó una campaña gigante proclamando frases como “Clap es miseria”. Han llegado a decir que este mecanismo constituye una “violación de los derechos humanos”. En resumen, todas las baterías de comunicación se han enfilado con vehemencia a atacar con un odio inusitado esta medida que ha tomado el Gobierno para distribuir los alimentos y productos esenciales, esos que no se consiguen con facilidad y que son el centro del bachaqueo que tanto daño nos ha hecho a las familias.

Los escuálidos, esos “políticos” a los que no les importa realmente nada sino tumbar al Gobierno para montarse ellos, son los que se alegran cuando la gente siente malestar y desespero porque no consigue alimentos o medicinas, o cuando solo se pueden comprar pocas cosas porque todo está demasiado caro. Eso los hace felices, porque se babean pensando que así es como más rápido va a caer el Gobierno. El centro de su estrategia es el ataque económico, poner al pueblo a pasar trabajo para que, en medio del malestar, sienta rechazo hacia el Presidente y no quiera votar por él.

Hay que estar claro en que quienes promueven, exaltan y felicitan el bachaqueo son los políticos de la oposición. Se alegran cuando ven las colas y se molestan cuando no las ven. Y esto ha sido más evidente en esta última semana. Precisamente, cuando se tomó la medida de que los productos regulados no se distribuirán a las cadenas privadas sino que serán vendidos únicamente a través de los Clap, justamente después de esa decisión fue que comenzó esta guerra rabiosa contra los comités. Y esto es porque esa medida es un golpe clave contra el bachaqueo y contra las colas. Vieron en esa medida una amenaza a su estrategia para tumbar al Gobierno. Antes de eso solamente se burlaban de los Clap, pero ahora los odian a muerte, solo porque los Clap les están echando a perder su artimaña política.

No hay que engañarse, el bachaqueo es el arma predilecta de la oposición. Ellos lo impulsan y lo aplauden. La MUD es la mamá de los bachaqueros. Los “empresarios” que transportan, almacenan y acaparan los productos son amigos o están dentro de la MUD. Por eso chantajean al Gobierno y a la gente diciendo que “esto se va a acabar cuando caiga Maduro”.

Nadie ha dicho que los Clap son “la solución” al problema. Esa mentira la dicen ellos para que la gente se moleste. Pero lo que sí es cierto es que los Clap les duelen, y si les duelen es porque les han dado en el punto clave de su sucia estrategia política. Por eso el ataque tan violento y el odio contra los Clap.

ÁNGEL DANIEL GONZÁLEZ

letraordinaria.blogspot.com

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