Opinión: ¡Chao, Almagro!



Publicado: 21/08/2017 06:02 PM

A Luis Almagro la oposición venezolana le ha salido más cara que tener un muchacho bobo estudiando en la universidad de Oxford.

Primero le puso como tarea, por allá por el 2014, cuando se destapó como el miserable traidor que es, que alborotara el país para poder acusar al presidente Maduro en la OEA de haber acabado con la libertad en Venezuela.

No le funcionó porque la oposición decidió postularse ese mismo año para un proceso electoral parlamentario que echaba por tierra toda hipótesis de tiranía en el país. Ganar ese proceso y que el supuesto tirano le aceptara el triunfo, fue el colmo del desastre.

Decidido a actuar por cuenta propia, Almagro acusa meses después al gobierno bolivariano de inconstitucionalidad porque, según él, mantenía sometidos a los Poderes del Estado bajo su control.

Pero la oposición se enfrentó tan abiertamente al Presidente a partir de ese momento desde la Asamblea Nacional, lo que desbarató también la infundada tesis de la supuesta inexistencia de separación de Poderes.

Creyendo que la gente no tenía memoria, Almagro retoma un año después exactamente el mismo tema de la inexistencia de separación de Poderes en Venezuela, y a la oposición no se le ocurrió nada más y nada menos que soltar a la Fiscal General como perro rabioso en contra del Primer Mandatario.

Sí había entonces separación de Poderes. No uno sino dos, el Legislativo y el Moral, estaban peleados con Maduro. Peor no podía haber puesto la torta la oposición.

Como un último recurso de salvación, Almagro decide entonces que acusará a Maduro de dictador y punto. Que de esa sí que no puede salvarse.

Y viene Maduro y convoca la más grande y entusiasta elección popular que haya tenido lugar en el país y lo revienta en seco.

Creyendo que tenía todavía una carta bajo la manga, Almagro le ordena finalmente a la oposición desconocer la Asamblea Nacional Constituyente para así poder denunciar a Maduro en el senado norteamericano y lograr su ansiada invasión militar de EEUU contra Venezuela.

Pero la oposición, en vez de eso, se inscribe en pleno para la elección a Gobernadores desbaratando ante el mundo el discurso según el cual ya no habría ni una pizca de democracia en Venezuela y dejando claro que el sistema electoral sí es perfectamente confiable.

De modo que en Venezuela no hay tiranía, no hay dictadura, existen las más amplias libertades públicas y la democracia funciona perfectamente.

Almagro ya no existe. No se le ve ni se le escucha por ninguna parte. Se convirtió en “polvo cósmico”, como todo el que se mete con Chávez.

Y como todo el que cree en la oposición venezolana.

ALBERTO ARANGUIBEL B. @SoyAranguibel

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