Proyecto Willow: Explotación petrolera a costa de la vida

Protestas permantentes frente a la Casa Blanca en contra del proyecto que amenaza con la vida de toda la población ártica
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Publicado: 31/03/2023 06:00 PM

Willow es un proyecto de perforación de petróleo de la empresa ConocoPhillips ubicado en la llanura de North Slope en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska.

Originalmente este proyecto consistía en construir y operar hasta cinco plataformas de perforación para un total de 250 pozos petroleros. Sin embargo, en los últimos tiempos ha generado gran polémica, porque busca iniciar la explotación de petróleo y gas en territorio de Alaska.

La infraestructura asociada incluye caminos de acceso; y dentro del campo, pistas de aterrizaje, tuberías, una mina de grava y una isla temporal para facilitar la entrega de módulos, a través de barcazas de transporte marítimo entre aguas administradas por el Estado.

El periodista de la BBC News, Sam Cabral, informó en un artículo de investigación que el Proyecto Willow podría producir hasta 600 millones de barriles de petróleo y 287 millones de toneladas de emisiones de carbono, además, de otros gases de efecto invernadero durante 30 años, lo que podría tener un impacto negativo en la vida silvestre del Ártico y las comunidades nativas americanas; sin dejar a un lado el daño que ocasionaría en el complejo ecosistema de la tundra local. De hecho, según una estimación anterior del gobierno, liberaría anualmente la misma cantidad de gases de efecto invernadero que medio millón de hogares.

A pesar de las consecuencias inminentes debido a la magnitud del proyecto, el presidente de EEUU, Joe Biden, lo aprobó y ahora enfrenta una fuerte oposición por parte de los activistas ambientales.

El objetivo de Willow es producir hasta 180 mil barriles de petróleo por día, y según empresa Conoco Phillips, generar miles de empleos, además de inversión local. Sin embargo, la iniciativa de US$8 mil millones ha enfrentado críticas de organizaciones ambientalistas; las cuales han sido pasadas por alto por parte de las autoridades.

De hecho, Dan Sullivan, senador republicano, aseguró que: “El Proyecto Willow es de vital importancia para la economía de Alaska, traerá trabajos bien remunerados para nuestras familias y la prosperidad de nuestro estado”.

Por otro lado, los detractores del proyecto argumentan que debería detenerse por su impacto en el clima y en la vida silvestre de la región; impacto que la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos ha calculado equivalente a agregar dos millones de automóviles a las carreteras estadounidenses cada año, es decir generará hasta 278 millones de toneladas métricas de CO2e durante su vida útil de 30 años.

 Abigail Dillen, presidenta de Earthjustice, criticó la decisión de Biden, quien llegó al poder prometiendo que no iba a permitir nuevas perforaciones en terrenos federales. “Llegamos demasiado tarde a la crisis climática para aprobar proyectos masivos de petróleo y gas que socavan directamente la nueva economía limpia que la administración Biden se comprometió a promover”, denunció.

Por su parte, la organización ambientalista Sierra Club advirtió que el proyecto generará una contaminación de carbono que, al ser liberado en el aire, tendrá efectos devastadores en las personas, vida silvestre y clima, daños que se verán en las próximas décadas.

Sonny Ahk, un joven activista iñuipat de Alaska que hizo campaña contra el Proyecto Willow, dijo que "mientras que los ejecutivos de fuera del estado obtienen ganancias récord, los residentes locales deben lidiar con los impactos perjudiciales de estar rodeados de operaciones de perforación masivas".

Sin embargo, los tres legisladores que representan a Alaska en el Congreso, incluido un demócrata, presionaron para que se aprobara el proyecto y lo promocionaron como una inversión muy necesaria para las comunidades de la región. También argumentaron que ayudaría a impulsar la producción de energía nacional y disminuiría la dependencia del país del petróleo extranjero.

"Proteger un área del Ártico para destruir otra no tiene sentido, y no ayudará a las personas y la vida silvestre, que se verán afectadas por el Proyecto Willow", dijo Kristen Monsell, abogada del Centro para la Diversidad Biológica.

Por su parte, Michaela Stith, directora de Justicia Climática del Movimiento Nativo, una organización de justicia social con sede en Alaska, le dijo a la BBC News que algunas comunidades tomarán medidas directas debido al Proyecto y añadió que a pesar de conocer la dimensión del daño, era una realidad: "Vivimos en un estado monopolizado por el petróleo y el gas, no hay muchas oportunidades laborales en la zona y por eso habrá apoyo local. Lamentablemente nuestro estado no ha podido diversificar su economía".

La decisión de aprobar el Proyecto Willow es profundamente política. De acuerdo con la editorial de BBC News, con elecciones presidenciales en 18 meses, Biden desea ser visto como un líder de centro, preocupado por el suministro de petróleo y los precios para los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, al dar luz verde a la perforación, arriesga el apoyo de muchos jóvenes que votaron por él en 2020.


AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO

 

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