12 de abril de 2002: Autoproclamación de una dictadura que pretendió sepultar la esperanza



Publicado: 12/04/2019 06:00 AM

"Buenos días, tenemos nuevo Presidente"; con estas palabras dichas por el presentador de noticias y furibundo antichavista, Napoléon Bravo se inició la mañana del 12 de abril de 2002, donde tras concretarse el golpe de Estado y haber hecho prisionero al Comandante Supremo Hugo Chávez, el imperialismo y sus lacayos de la derecha venezolana, ponen en curso la segunda fase de su plan que consistía en la destrucción del naciente Estado bolivariano a través de la disolución de sus instituciones y el asesinato de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada en 1999. 

Esta operación que había sido fraguada con meses de antelación por toda la derecha, tuvo como principal rostro al empresario y presidente de la patronal Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, quien apareció esa madrugada en las instalaciones de Fuerte Tiuna, acompañado por hombres fuertemente armados para reunirse con los militares golpistas. Al salir de la reunión, el empresario rodeado de militares emite declaraciones donde señala que se ha decido que sea él quien asuma la presidencia de un "gobierno de transición". 

El festín de los cuervos

"Yo Pedro Carmona Estanga, en mi condición de Presidente de la República de Venezuela, juro ante Dios todopoderoso, ante la Patria y ante todos los venezolanos, restablecer la efectiva vigencia de la Constitución de la República de Venezuela de 1999 como norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico y restituir el estado de derecho, la gobernabilidad y la garantía del ejercicio de las libertades ciudadanas, así como el respeto a la vida la justicia, la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad social".  


Con esta autojuramentación, que fue cerrada por el grito de "te queremos Pedro", en medio de los aplausos de militares golpistas, representantes de la jeraquía eclesiástica y miembros de las élites políticas y económicas del país que abarrotaban el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, se dio inicio al acto donde se llevaría a cabo el acto de mayor expresión de la doctrina fascista que impera en la derecha venezolana, que entre vítores, celebró la disolución de todos los Poderes del Estado y la instauración de un régimen dictatorial que gobernaría a fuerza de decretos. 

Esta imagen donde cada palabra iba acompañado de aplausos y la consigna de "libertad, libertad", contrastaba con el clima de muerte y desesperanza que un día antes había sido sembrada en el país producto de la acción de estos golpistas que dejó un saldo de más de 20 muertos y un centenar de heridos y donde comenzaba a resurgir la doctrina de "disparen primero y averigüen después" que se lanzó contra el pueblo generando decenas de víctimas en las calles del centro de Caracas, así como la detención de varios dirigentes identificados con la Revolución Bolivariana quienes fueron detenidos y el asalto a la embajada de Cuba protagonizada por el entonces alcalde de Baruta, Henrique Capriles. 


Al mismo tiempo, medios de comunicación en flagrante colaboración con el naciente régimen fascista, llamaba al pueblo a delatar a los chavistas y se dio una operación sicológica dirigida a anunciar la muerte de altos funcionarios del Gobierno del Comandante Chávez, para que en caso de ser capturados poder asesinarlos. Bajo este método anunciaron la muerte de Freddy Bernal, quien era alcalde de Caracas, Aristóbulo Istúriz, quien era ministro de Educación y de Diosdado Cabello, quien ejercía la Vicepresidencia de la República.   

Reconocimiento al autoproclamado


Consumada la autoproclamación como "Presidente" por parte de Carmona, el imperialismo procede con la activación de la tercera fase de su plan golpista que consistía en el reconocimiento del "gobierno de transición", para lo cual sumó a los gobiernos de José María Aznar en España; Tony Blair en Gran Bretaña; así como sus gobiernos lacayos de centro y suramérica, para lo cual logra que el dictadorsuelo sea legitimado por la Organización de Estados Americanos (OEA). 

A estos se sumaron organismos dominados por los grandes capitales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el G20, que al conocer el origen burgués del autoproclamado, no dudaron en ofrecer carteras de créditos a Venezuela para "superar la crisis". 

Surge un rumor

El silencio que había provocado el golpe criminal y el festín de los cuervos protagonizado en Miraflores, comenzó a ser inundado por el rumor de un pueblo que con la interrogante "¿dónde está Chávez?", comenzó a salir a las calles la noche de este 12 de abril. 

Llamaradas comenzaron a verse a lo largo y ancho de las ciudades, siendo sus principales focos las zonas populares, donde retumbaban las cacerolas y las consignas de un pueblo que brotaba en todo el país bajo el grito de "no ha renunciado, lo tienen secuestrado", presagiando así lo que sería una histórica y victoriosa jornada del amanecer del 13 de abril. 


 

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