1831: Se instala el Congreso Admirable en Bogotá cómo herramienta de conciliación

El congreso estuvo dirigido por el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre
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Publicado: 20/01/2022 01:46 PM

El 20 de enero de 1831, se convocó en Bogotá congreso de la Gran Colombia, llamado Congreso Admirable. Dirigido por el Gran Mariscal de AyacuchoAntonio José de Sucre y convocado semanas antes por El Libertador Simón Bolívar.

Fue realizado para tratar de conciliar las fracciones e inconvenientes que se habían creado en la República y evitar, así, la disolución de la Gran Colombia. Las deliberaciones de este congreso se alargaron mas de lo previsto iniciando el 20 de enero hasta el 11 de mayo de 1830. Previo a esto y al no llegar algún acuerdo definitivo, Bolívar, presentó su renuncia de la presidencia de Colombia ante el congreso, que fue rechazada por no estar dentro de las facultades por las que fue convocada la reunión.

A medida que avanzaba el congreso aumentaban los esfuerzos separatistas en Venezuela liderados por José Antonio Páez y la oligarquía caraqueña. Bolívar por su parte pide entrevistar a Páez en Mérida para remediar la crisis pero sus peticiones son denegadas. El 29 de abril finaliza el Congreso Admirable y se promulga la constitución que establece a la Gran Colombia como un país donde existe un sistema político republicano, con gobierno alternativo, y centralista, nombrando a su próximo presidente, Joaquín Mosquera y clausurando sus sesiones el 11 de mayo de eso mismo año 1830.

Los representantes para el Congreso Admirable fueron electos el año anterior y ante ellos El Libertador leyó su mensaje de renuncia.

El Congreso, tenía como fin solventar el peligro de guerra civil, debía decidir entre tres opciones en el futuro inmediato: una, mantener el estado unitario integrado por Venezuela, Nueva Granada y Quito; dos, establecer un régimen federal que diese mayor autonomía a cada departamento; y tres, la disolución plena de la Gran Colombia, promovida por los paecistas en Caracas, y los santanderianos en Bogotá. Y esta última fue la que se impuso por el peso de las circunstancias.

REDACCIÓN MAZO

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