30 de abril de 2019: La fuerza y lealtad se imponen para vencer a los apátridas



Publicado: 30/04/2020 06:00 AM

El 30 de abril de 2019, el imperialismo y sus lacayos, promueven una intentona militar con el objeto de derrotar a la Revolución Bolivariana, conjura que fue aplastada por el pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en perfecta Unión Cívico-Militar.

Todo comenzó la madrugada de este día, cuando un minúsculo grupo de militares traidores vendidos al imperialismo, se alían con la extrema derecha venezolana, para llevar a cabo una acción militar que tenía como punto partida la toma de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota

Ante la imposibilidad de poder acceder a esta importante espacio militar por la ausencia de la fuerza necesaria para esta acción, los traidores y sus jefes derechistas, se trasladan al elevado de Altamira, donde comienzan la operación sicológica y hacen llamados a la población para que saliera en apoyo a esta conjura, cuyo jefe era el asesino y terrorista Leopoldo López, quien había sido liberado por el militar traidor Manuel Cristopher Figuera, quien se desempeñaba como jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). 

En la medida en que el sol se alzaba sobre Caracas, las aspiraciones de estos traidores sucumbían ante la fortaleza y lealtad de un pueblo y Fanb, que iniciaban una operación de despliegue que ya a las 6:00 am, había decretado la muerte de esta conjura imperialista. 

El esfuerzo de la mediática mundial por enaltecer la acción también se ahogaba poco a poco en el mar de la realidad que se hacía cada vez más evidente en la mirada de los traidores y apátridas, que luego de ver como los pocos soldados que tenían, los abandonaban al sentirse engañados, ya se sabían derrotados.

Como es costumbre en la derecha, ante la ya sentenciada derrota, apelaron al desgastado guión del "vamos a Miraflores", para desviar la atención de la mediática y comenzar la huida que llevó al monstruo de Ramo Verde a la embajada de España en Venezuela y a Juanito Alimaña a esconderse ante el temor que comenzó a generar en sus desgastadas almas, la creciente fuerza de la Furia Bolivariana, que se desataba en las calles. 

Solo una cesta de plátanos verdes quedó en el sitio donde la escuálida intentona se inició, imagen que fue captada por el mundo y que sirvió para evidenciar que cualquier conjura imperial, chocará contra los pechos de un pueblo Maduro que junto a su Fanb siguen por el sendero de la Revolución al grito de ¡Leales Siempre Traidores Nunca!

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