Aquiles autobiográfico

Hace hoy 100 años que Aquiles Nazoa vino al mundo
Con El Mazo Dando

Publicado: 17/05/2020 07:21 AM

Nací en la barriada El Guarataro, de Caracas, el 17 de mayo de 1920.

He estudiado muchas cosas, entre ellas un atropellado bachillerato, sin llegar a graduarme en ninguna.

He ejercido diversos oficios, algunos muy desagradables, otros muy pintorescos y curiosos,  pero ninguno muy productivo para ganarme la vida. A los doce años fui aprendiz en una carpintería; a los trece, telefonista y botones del Hotel Majestic; luego domiciliero en una bodega de la esquina de San Juan, cuando esta esquina, que ya no existe, era el foco de la prostitución más grande  de la ciudad.

Más tarde fui mandadero y barrendero del diario El Universal, cicerone de turistas, profesor de inglés, oficial en una pequeña repostería, y director del diario El Verbo Democrático, diario de Puerto Cabello. Durante los últimos diez años me he compartido entre las redacciones de Últimas Noticias, El Morrocoy Azul, El Nacional, Élite y Fantoches, del que fui director.

Alguna vez fui encarcelado por escribir cosas inconvenientes, pero esto no tiene ninguna importancia. A cambio de ese pequeño disgusto, el oficio me ha deparado grandes satisfacciones materiales y espirituales.

Mi mujer y yo somos los dueños del único tándem de dos pasajeros que existe en Caracas. Muchos de los comentarios que este extraño vehículo suscita al pasar junto a los grupos de echadores, me sirven a las mil maravillas para sazonar lo que escribo.”

Aquiles Nazoa, Caracas 1950

Cuando  aún usaba pantalones cortos tuvo que salir a trabajar para ayudar con el pan nuestro familiar y se desempeñó  en varios oficios proletarios. A los doce años ya era profesor de inglés. Como no pudo concluir sus estudios se convirtió en autodidacta, voraz devorador de libros y docto en el dominio de varios idiomas. 

En 1940,  como reportero en Puerto Cabello denunció la incompetencia de las autoridades para detener los brotes de malaria y la falta de tratamiento para pacientes, lo que le costó un altercado de tribunales con el Consejo Municipal y un carcelazo por decir la verdad.

A su regreso a Caracas trabajó como locutor en Radio Tropical, bajo el pseudónimo de Lancero fue columnista de Ultimas Noticias en su sección Punta de Lanza, igualmente escribe para El Nacional, El Morrocoy Azul, Elite y Fantoches.

En 1948 publicó   El Transeúnte Sonreído y obtiene el Premio Nacional de Periodismo en su mención escritores Humoristas y Costumbristas. Entre sus libros más leídos están:

 Humor y Amor, Teatro para leer, El Burro Flautista, El Tocador de las Señoras, Los Humoristas de Caracas, El Caballo de Manteca, Caracas Física y Espiritual, Cuba, de Martí a Fidel Castro, La Vida Privada de las Muñecas de Trapo, Una señora en apuros y  El Ruiseñor de Catuchey Marcos Manaure.

Su primera esposa fue Estrella Fernández – Viña Martí, sobrino nieta del prócer Cubano José Martí, la cual muere prematuramente de tuberculosis. En 1956 es detenido por los esbirros de la Seguridad Nacional y llevado al exilio en Bolivia. De regreso a Caracas sus publicaciones son censuradas y las revistas donde trabajaba clausuradas por la maquinaria represiva del gobierno de Rómulo Betancourt.

Durante varios años, presentó en la Televisora Nacional Canal 5 su espacio “Las cosas más sencillas”. Fueron quizás las mejores horas de  producción audiovisual cultural de la televisión venezolana en blanco y negro. Quienes lo pudimos disfrutar somos testigos iluminados por la elocuencia y erudición de uno de los fenómenos más grandes que ha dado  la sabiduría popular en nuestra patria.

En el ámbito del séptimo arte son de su autoría: La balandra Isabel llegó esta tarde, El demonio es un ángel, Marcos Manaure y El raspado.  En 1967 fue galardonado con el Premio Municipal de Literatura del Consejo Municipal de Caracas.

A quienes los dioses aman suelen llevárselos cuando aún son jóvenes: Aquiles fue implacable defensor de la verdad, mecenas pobre de los artistas pobres, militante revolucionario a carta cabal, titiritero, teatrero, fabricante de muñecas de trapo, artesano de sueños imperecederos, escritor andante y risueño caballero, hacedor de nuevos senderos.  La muerte enamorada lo atrapó y lo raptó entre  los amasijos de su Volkswagen de colores, en un instantáneo devenir automovilístico en la autopista Caracas-Valencia, un  25 de abril de 1976, cuando contaba con  56 años de edad.

Hace hoy 100 años que Aquiles Nazoa vino al mundo. El primer centenario de su nacimiento es propicio para que desde una visión revolucionaria de la vida pongamos en acción una gran  misión de amor y humor en todos nuestros actos, que  por muy sencillos que parezcan, por muy anónimos que sean, irradian luz y alegría en medio de las sombras de la ignorancia y la oscuridad de la violencia.

La risa es sagrada, es un arma luminosa, es un nivel que traza ras con ras  las fronteras entre el amor y   el odio, es un don soberano de los que tienen sueños, un gran poder de los pueblos que ningún imperio puede derrotar.

¡Honor y Amor a quien Honor y Humor merece! ¡Aquiles Nazoa Vive! ¡Venceremos!

 

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