Azerbaiyán y Armenia: Génesis de un conflicto por la disputa de un territorio ocupado

Este enfrentamiento no es nuevo, tiene su origen entre 1988 y 1994
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Publicado: 30/10/2020 09:16 AM

Desde el pasado 27 de septiembre, con la reanudación de las hostilidades entre Azerbaiyán y Armenia, se ha puesto nuevamente en el foco de la prensa internacional a Nagorno Karabaj, epicentro de un importante conflicto geopolítico, estratégico, étnico, histórico y religioso entre estas dos naciones, con una data de más de tres décadas pero que en esta oportunidad parece tomar un carácter más firme.

Los combates entre las tropas armenias y las azeríes se han intensificado nuevamente, hasta el punto de que diversos actores internacionales han solicitado el cese al fuego y otros. Sin embargo, este enfrentamiento no es nuevo, tiene su origen entre 1988 y 1994, coincidiendo con las independencias de Azerbaiyán y Armenia, que pasaron de ser repúblicas socialistas soviéticas a Estados independientes. 

En este contexto, Nagorno Karabaj, que había pertenecido siempre a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán como una región diferenciada, solicitó unirse a Armenia, pero Azerbaiyán se negó, por lo que se inició una guerra por el control del territorio que terminó con más de 30.000 fallecidos y una situación enquistada que se prolonga hasta la actualidad.

Para los armenios, Nagorno Karabaj pertenece a una de las áreas irredentas que conforman la Gran Armenia, es decir, aquellos territorios que históricamente han sido poblados por la etnia cristiano-ortodoxa armenia. Cuando estaba vigente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Urss), en 1923, la región del Alto Karabaj fue creada como óblast autónomo dentro de la entonces República Soviética de Azerbaiyán.

Culturas y religiones como origen de la disputa

Es necesario desgranar la historia y la diversidad que envuelven a estos territorios para comprender mejor los motivos de los combates, iniciando por la región del Cáucaso que, a pesar de no tener una gran extensión, ha sido históricamente un punto de confluencia y choque de civilizaciones, culturas y religiones. En esta pequeña área hay un sinfín de etnias, se hablan hasta 40 idiomas y se profesan diferentes variantes de diversas religiones.

En este sentido, hay que tener presente que el Estado armenio está formado por una mayoría de etnia armenia que profesa una de las versiones más primitivas y antiguas del cristianismo desde hace siglos, la iglesia Apostólica Armenia. Azerbaiyán, por su parte, concentra un grueso de población túrquica que tiene al islam en su variante chiita como confesión mayoritaria.

Según reseña el portal de noticias France 24, los problemas florecieron en esta región, ya que hay enclaves étnicos y religiosos. Este es el caso de Nagorno Karabaj, que pese a estar incrustada en medio del territorio de Azerbaiyán, tiene una mayoría de habitantes que son armenios étnicamente y cristianos ortodoxos de religión, particularidad que es la fuente de los conflictos.

Estados como Azerbaiyán, Armenia o Georgia son históricamente muy jóvenes, ya que sus territorios estuvieron siempre dominados por grandes imperios, como el ruso o el otomano, y tras su formación después de la firma del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial, fueron absorbidos a comienzo de los años 20 por la Urss, esto hace que su independencia legal tenga un recorrido histórico muy corto.

El conflicto

La convivencia de una mayoría armenia dentro de territorio azerí y las tensiones crecientes de los últimos años de la Urss desembocó en un conflicto bélico en 1991, cuando la República Soviética de Azerbaiyán abolió la autonomía del Alto Karabaj, provocando un movimiento nacionalista armenio que declaró su independencia.

Los dos bandos se involucraron en una guerra sangrienta y los armenios lograron crear un Estado independiente de facto conocido ahora como Nagorno Karabaj. Sin embargo, los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Reino Unido, Francia, Rusia, Estados Unidos y China) reconocen este territorio como azerí.

Después de firmada la tregua hace 26 años, las tensiones en la región se han sucedido, aunque ahora, para algunos expertos, se encuentra "a un paso de la guerra" y de acuerdo con la analista Olesya Vartanyan, especialista del Cáucaso Sur para el think tank International Crisis Grou, "el uso de cohetes y artillería pesada trae un riesgo mayor para víctimas civiles y esto puede provocar una escalada difícil de detener. No hemos visto nada así desde el cese al fuego de los 90", alertó a BBC Mundo.

La firma del alto el fuego en 1994 se dio bajo el amparo de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (Osce) y el Grupo de Minsk, un organismo presidido por Estados Unidos, Rusia y Francia que tiene como objetivo poner fin al conflicto en la zona, pero los resentimientos prevalecieron, pero no de forma sostenida. Todo quedó paralizado durante un tiempo. 

La Osce y el Grupo de Minsk trataron de dar salida a un conflicto latente que podía volver a estallar en cualquier momento, en especial porque Armenia mantuvo sus tropas en el territorio que rodea a Nagorno Karabaj durante este tiempo. Esa posible vía fueron los 'Principios de Madrid' de noviembre de 2007. Los representantes de Armenia y Azerbaiyán coincidieron en varios puntos del acuerdo, pero no en la forma de realizar la desmilitarización de Armenia en la zona ocupada.

Los puntos que se contemplaban eran: el retiro de tropas armenias del cinturón en torno a Nagorno Karabaj, la garantía de autogobierno y seguridad para esta región, la posible celebración de un referendo sobre su futuro, la existencia de un corredor con Armenia y la facilitación del regreso de los refugiados y desplazados. Pero todo esto quedó en nada y una vez más las hostilidades se intensifican. Aunque en 2016 se registraron enfrentamientos armados, en lo que se conoció como "La Guerra de los Cuatro Días”, esta escalada parece ser más seria. 

Durante las próximas semanas se podrá desgranar si estos enfrentamientos, que ya dejan más de un centenar de fallecidos, se frenan en seco como acotamientos pasados o si desembocan en un conflicto a gran escala con varios actores involucrados. Pero lo que parece verdaderamente complicado es terminar con el conflicto dada su complejidad y los rencores históricos entre Armenia y Azerbaiyán.

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