¡Contundente! Irán advierte que tomará medidas proporcionadas ante amenazas de Trump (+Carta)

Representante permanente de Irán ante la ONU, Mayid Tajt-e Ravanchi
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Publicado: 08/01/2020 08:53 AM

A través de una carta enviada al Secretario General de la ONU y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tras  el asesinato del general mártir Qasem Soleimani por parte de EEUU, el representante permanente de Irán ante la ONU, Mayid Tajt-e Ravanchi, alertó a la comunidad internacional sobre las amenazas del presidente norteamericano Donald Trump contra la República Islámica y las calificó como un peligro para la paz y la seguridad internacional.

Asimismo, el diplomático iraní insistió en el derecho de ese país a defenderse. “Si bien la República Islámica de Irán no busca la guerra, advierte seriamente contra cualquier otra aventura militar en su contra. Irán está decidido a seguir protegiendo con firmeza a su pueblo, a defender vigorosamente su soberanía e integridad territorial y a garantizar plenamente sus intereses nacionales”, expresa en la misiva.

En este sentido, resaltó que “en consecuencia, de conformidad con el derecho internacional y ejerciendo su derecho inherente a la legítima defensa, Irán tomará todas las medidas necesarias y proporcionadas contra cualquier amenaza o uso de la fuerza”.

A continuación el texto completo:

Como continuación a mi carta de fecha 3 de enero de 2020 sobre el ataque terrorista de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América contra el Mártir Mayor General Qasem Soleimani, el Comandante de la Fuerza Quds de la República Islámica de Irán y sus compañeros en el aeropuerto internacional de Bagdad, le escribo para llamar su atención sobre las nuevas declaraciones provocadoras de EEUU que amenazan con usar una mayor fuerza contra la República Islámica de Irán.

El 3 de enero de 2020, y casi inmediatamente después del ataque terrorista, el presidente de EEUU amenazó a Irán “en particular”, afirmando: “Tenemos todos esos objetivos ya completamente identificados, y estoy listo y preparado para tomar cualquier acción que sea necesaria”.

El 4 de enero de 2020, el presidente de EEUU una vez más amenazó con “golpear muy rápido y muy duro 52 sitios iraníes”, incluidos algunos muy importantes para “la cultura iraní”.

Unas pocas horas después, el mismo día, amenazó a Irán nuevamente al declarar: “Los golpearemos más fuerte que nunca”.

El 5 de enero de 2020, cuando se enfrentó a las críticas porque su deseo de atacar los sitios culturales de Irán se consideraría un crimen de guerra según el derecho internacional, afirmó nuevamente: “¿No se nos permite tocar sus sitios culturales? No funciona de esa manera”.

Ese mismo día, una vez más, amenazó descaradamente con que “Estados Unidos golpeará y atacará rápidamente” a Irán “de manera desproporcionada”.

En total, solo en tres días, el presidente de EEUU, a través de sus declaraciones extremadamente provocadoras y duras, ha amenazado en cinco ocasiones con usar la fuerza contra un miembro fundador de las Naciones Unidas.

La repetición pública de esas declaraciones provocadoras y amenazas ilegales supone sin duda un claro llamamiento a la ilegalidad, el caos y al desorden a nivel internacional, particularmente respecto a un bien común muy importante, como la paz y la seguridad.

Tales amenazas desenfrenadas por parte del presidente de EEUU constituyen indiscutiblemente una grave violación de las normas imperantes del derecho internacional, así como de los principios fundamentales estipulados en la Carta de las Naciones Unidas, particularmente en su Artículo 2 que prohíbe con claridad la amenaza o el uso de fuerza.

Dada la naturaleza bélica de esas declaraciones y las amenazas incendiarias, así como las ramificaciones amplias y adversas del aventurismo militar de Estados Unidos sobre la paz y la seguridad regional e internacional, está claro que ese país será responsable de todas las consecuencias.

También es evidente que la amenaza de atacar sitios culturales iraníes representa ciertamente una violación flagrante de las normas y principios básicos del derecho internacional, y cualquier ataque contra dichos sitios sería un crimen de guerra. Además, debe tenerse en cuenta que “el daño a los bienes culturales pertenecientes a cualquier persona, significa un daño al patrimonio cultural de toda la humanidad”.

Es preciso recordar que la actual inseguridad e inestabilidad en toda la región del Golfo Pérsico es fruto directo de la invasión ilegal de Irak por parte de Estados Unidos en 2003, así como su masiva presencia militar y su política de “divide y vencerás” en la zona. También vale la pena señalar que todas las amenazas mencionadas anteriormente, incluido el envío de más tropas y “nuevos equipos hermosos” a esta región ya volátil, de hecho, solo complicarán aún más la tensa situación actual.

También debo enfatizar que las declaraciones y acciones antes mencionadas son tan solo la punta del iceberg de las políticas hostiles y prácticas ilegales, junto con las amenazas y complots de Estados Unidos contra Irán en los últimos 40 años.

Si bien la República Islámica de Irán no busca la guerra, advierte seriamente contra cualquier otra aventura militar en su contra. Irán está decidido a seguir protegiendo con firmeza a su pueblo, a defender vigorosamente su soberanía e integridad territorial y a garantizar plenamente sus intereses nacionales.

En consecuencia, de conformidad con el derecho internacional y ejerciendo su derecho inherente a la legítima defensa, Irán tomará todas las medidas necesarias y proporcionadas contra cualquier amenaza o uso de la fuerza.

De acuerdo con su derecho inherente en virtud del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, Irán no dudará en ejercerlo cuando sea necesario.

Las políticas irresponsables y las prácticas ilegales de Estados Unidos continúan no solo poniendo en peligro los fundamentos del derecho y el orden internacionales, sino que también representan una amenaza real para la paz y la seguridad internacionales.

La comunidad internacional no debe tolerar esta situación, y debe exigir que Estados Unidos ponga fin a sus continuas acciones ilegales y desestabilizadoras en una región tan volátil como Oriente Medio, particularmente retirando todas sus fuerzas de la región.

Del mismo modo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe condenar, en los términos más enérgicos posibles, las amenazas ilegales y las políticas de Estados Unidos, así como responsabilizarlo por todos sus actos ilícitos y prácticas ilegales, obligándolo a acatar los principios y normas del derecho internacional.

Le agradecería que distribuyera la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.

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