Desde la ONU se revela legitimidad de Maduro y parapolítica colombiana (+cambio de sede)

La ONU ha declarado al mundo en esta Asamblea General y a través de su Secretario General Antonio Guterres, que el único gobierno legítimo en la República Bolivariana de Venezuela es el de Nicolás Maduro Moros
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Publicado: 04/10/2019 03:19 PM

La septuagésima cuarta Asamblea General de la ONU ha sido una perfecta vitrina que permitió visualizar la realidad de un mundo cada vez más globalizado, no solo en el ámbito económico sino en la multiplicidad de problemas políticos y sociales sin las manipulaciones de las manos transformadoras de corporaciones mediáticas parcializadas con los centros hegemónicos de poder.

 

A pesar de que cada año presenciamos este tipo de reuniones donde asisten los Jefes de Estados o de gobiernos a nivel mundial y sus cancilleres como representantes legítimos ante la ONU, es menester mencionar que para Venezuela en esta oportunidad hay tres hechos trascendentales que merecen singular importancia por cuanto tocan directa e indirectamente intereses nacionales lesionados por los actores internacionales que están en constante ataque a la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo bolivariano.

 

En primer lugar que la ONU, de manera clara, diáfana como la Luna llena haya declarado al mundo por intermedio de esta Asamblea y de su Secretario General Antonio Guterres, que el único gobierno legítimo en la República Bolivariana de Venezuela es el de Nicolás Maduro Moros, y que el bloqueo económico unilateral de USA apoyado por países cipayos de Europa y Latinoamérica, es una agresión que viola los más elementales derechos humanos de los ciudadanos.

 

Es un mensaje directo a los países que hasta ahora continúan con su empeño en desconocer el gobierno legítimo e inventarse gobiernos paralelos surgidos de actos írritos e inconstitucionales como es el caso del autoproclamado Juan Rastrojo Guaidó, quien se atrevió inclusive irrespetando la propia ONU, a enviar supuestos representantes a esta Asamblea General, quienes evidentemente no fueron acreditados o aceptados por la organización.

 

En segundo lugar un hecho inédito donde el propio Presidente de la República de Colombia, Iván Duque pretendió actuar bajo falso positivo, lo cual sirvió para develar ante la comunidad mundial, su verdadero ser o forma de actuar como un gobierno sustentado en la narcoparapolitica, al no exponer a los ojos del mundo la avasallante crisis política interna  de Colombia o solicitar apoyo para exterminar los grupos paramilitares genocidas que hoy asesinan a líderes sociales y estudiantiles colombianos, así como a los excombatientes de las FARC, sin que el propio Estado haya actuado para detener ese genocidio.

 

Si no más bien, el presidente Duque con su fanfarronería de oligarca recién vestido, siguiendo instrucciones del uribisno, utilizó este particular escenario para continuar desacreditando al gobierno y pueblo de Venezuela, inventando como siempre hechos que no soportaron ni dos horas para que la propia comunidad internacional, incluyendo el estamento político de su país reconocieran que eran falsos positivos, norte de la política colombiana; y, como una imagen habla más que mil palabras, las que él presento como pruebas contra nuestro país no se correspondían con lo que se argumentaba y más aún ni siquiera se correspondía con  imágenes de algún sitio del territorio venezolano, pues sin dejar de ser reales, las mismas identificaban acciones ocurridas en territorio colombiano.

 

Esta acción que sin duda contaba con el beneplácito del uribismo y del propio presidente Duque, no dejo dudas que no era al gobierno venezolano a quien tratan de engañar, sino al Secretario General de la ONU y a los gobiernos serios del globo terráqueo, que con su acostumbrado velo de la ignorancia como diría Jhon Rawll, desconocen las realidades geográficas de algunos países; sin embargo, esta vez gracias a publicaciones en medios de comunicación con muchos años de anterioridad se visualizó la realidad que el  narco gobierno colombiano pretendía aseverar como hechos de resiente data ocurridos en Venezuela, solo por complacer al imperialismo yanqui y por satisfacer apetencias de la oligarquía neogranadina que siempre ha vivido atacando al pueblo bolivariano.

 

En tercer lugar y es un temas de interés general pero que Venezuela aplaude fervorosamente, es la urgente necesidad de reformar la Carta de la ONU en cuanto a las prerrogativas o facilidades que deben tener los Estados miembros de acreditar a sus representantes ante momentos estelares como los de las asambleas anuales.

 

Es decir, no puede ser potestad del Estado o país sede de un organismo internacional, que por caprichos del gobierno de turno y su relacionamiento con un determinado país decida cuantos y a quienes puede acreditar el Estado visitante para que asistan a esa reunión, dado que la necesidad en cuanto al personal  asistente diplomático y de apoyo, solo la tiene el Estado visitante y las limitaciones no pueden ser otras que las que establezca la propia normativa de la ONU o la convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares.

 

En particular, lo que hoy ha ocurrido con Rusia y que siempre ocurre con otros países de no permitírsele la entrada a territorio estadounidense a representantes que estaba acreditando ante la Asamblea de la ONU, no es más que la negación de un derecho soberano a los países miembros de la organización, lo cual debe entrar en profunda revisión, hasta determinar no solo la posible transferencia de la sede del a ONU a otro territorio, sino una inclusión de normas que limite la injerencia del gobierno sede en las designaciones de personalidades a asistir  a las actividades que el organismo realice, debiendo  ser potestad del organismo el otorgamiento o negación de visa al funcionario del país receptor.

 

 

RAFAEL SOSA VARGUILLA


@rafaeliginio

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