El Petro: Evolución Económica y Revolución Digital
Publicado: 23/03/2018 12:38 PM
EVOLUCIÓN: Desde los orígenes de la humanidad, cuando las personas y pequeñas comunidades comenzaron a intercambiar bienes y servicios mediante el trueque, surgió la necesidad de establecer alguna medida para facilitar el intercambio de estos. Aquellos bienes que por si sustentaban un valor intrínseco o utilidad real para la supervivencia de las personas comenzaron a obtener un valor de cambio importante. Al igual que la seda China instauró una gran economía textil y generó su propia vía terrestre o “ruta de la seda”; la sal fue un bien de alto valor, básico para la sobrevivencia del ser humano, y para la conservación y esterilización de alimentos, entre otras. La sal llego a ser tan cotizada y necesaria que creó también una economía propia y construyo su sendero de comercio o “ruta salaria”, era tan estimada que se convirtió en forma de pago y surgió el SALARIO. La “ruta de las especias” fue un laberinto marítimo que circunvalaba todo el continente africano y sirvió para comerciar y enlazar geográficamente a lejanos polos del oriente y occidente. El “Mare Nostrum” mediterráneo fue una plataforma marítima circular interna sobre la que rotaron el trigo, el olivo y la uva, y gracias a este triángulo productos florecieron Egipto, Grecia y Roma. Todos estos bienes (seda, sal, especies, trigo, olivo, uva, oro, plata e incienso) eran valores tangibles de intercambio comercial e intercontinental. Con la intensidad de circulación de bienes y mercancías fueron apareciendo los criterios o medidas de cambio: seda, sal, oro y plata. Finalmente se hizo común el standard del bimetalismo oro-plata en sus distintos pesos, aleaciones y acuñaciones.
EL TALENTO: Hay reseñas bíblicas de los pagos efectuados en talentos de plata, que hoy equivaldría a 34 kilos. Cristo en el nuevo testamento, en su parábola de los talentos enseña a sus apóstoles la importancia de reproducir y multiplicar los bienes materiales e inmateriales que DIOS PADRE nos encomienda, premiando la productividad, el ingenio y el trabajo e instando a no devolverlos sin antes haber producido fruto o provecho para sí y para los demás. JUDAS El Iscariote, uno de los primeros capitalistas históricos, vendió a su maestro, mentor y amigo por treinta (30) monedas de plata. Un TALENTO era el equivalente a 6.000 dracmas o lo que es lo mismo a 21 kilos de plata. En la segunda guerra púnica, Cartago derrotado ante las fuerzas romanas debió pagar su rescate el equivalente a 270 toneladas del argentum metal (210 A.C.). Y más recientemente los “hijos de alguien”= españoles hidalgos, ya que los demás eran hijos de no se sabe quién, rebanaron el monumental cerro Potosí en la actual Bolivia, trasladando ingentes cantidades de plata a las cortes europeas. Esta nueva e inesperada riqueza proveniente del nuevo mundo fue el detonante para la aparición del capitalismo moderno renacentista, la banca moderna, la legalización del préstamo a usura y el esplendoroso derroche de las cortes europeas.
PATRÓN ORO: Siendo el oro el más escaso, maleable y codiciado de los metales preciosos, logro en paralelo a la plata imponerse a través de los siglos como valor universal de cambio en todas las naciones. En la Grecia Clásica aparecieron las primeras acuñaciones de monedas de oro y plata, que representaban un valor de cambio intrínseco importante en los relaciones comerciales y aceptados como signos equivalentes de valía en todas las ciudades del Mare Nostrum mediterráneo, y su periferia.
Posteriormente el sistema bimetálico, oro-plata, con base a la acumulación de estos elementos, especialmente el oro, aparecen las primeras emisiones de notas de crédito, títulos al portador y finalmente papel moneda que eran certificados y emitidos por organizaciones o factores de poder que garantizaban su valor con el oro que ellos tenían depositado en sus arcas, dando origen a las primeras instituciones bancarias. En tiempo de las cruzadas los Caballeros Templarios se convirtieron así en los guardianes de grandes caudales en distintos puntos de rutas estratégicas a Tierra Santa. Los soldados de Dios emitían notas o cartas al cobro, que podían retirar sus tenedores por el mismo monto en oro, plata o especies, que habían puesto a buen resguardo en los cuarteles templarios, bien amurallados que servían de bóvedas a los grandes señores feudales. Esto marcó el vertiginoso ascenso de esta orden militar como primer poder eclesial, también marcó su fatal caída y posterior condena a la hoguera, por orden de un Rey cobarde y felón (Felipe IV de Francia) que quemo vivos a todos los templarios por igual, para apoderarse de su gran acervo organizacional, financiero e inmobiliario.
Estos papeles, notas o cartas emitidas por agentes medioevales, evolucionaron como títulos válidos en intercambios comerciales y aceptados ampliamente, pues siempre podían ser cambiados por oro en estas instituciones bancarias que los certificaban y que tenían el oro físicamente depositado en sus arcas.
Por supuesto con el desarrollo de la revolución industrial del siglo XIX y a principios del siglo XX se comienzan a consolidar grandes economías en países, como los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, ... donde la producción se convierte en un elemento demandante de grandes cantidades de papeles de dinero para el intercambio de bienes y servicios. En estos momentos la capacidad productiva comienza a considerarse como un elemento que podría respaldar la emisión de dinero en forma de papel moneda. Las monedas de estos países, el dólar, la libra Esterlina, se convierten en divisa de intercambio internacional muy aceptados por los comerciantes y demandantes de servicios, pues con ellos resultaba fácil transar éstos por distintos productos, lo que resultaba muy conveniente sobre todo en los mercados internacionales de importación y exportación.
IN GOD WE TRUST: El dólar norteamericano siempre estuvo respaldado por el oro que se tenía almacenado en sus reservas federales, de forma que el billete de un dólar estaba respaldado por una cantidad de oro específica. Sin embargo, en 1933, la administración del presidente Franklin D. Roosevelt, decidió desvincular el valor del dólar a la cantidad de oro. En adelante, el valor del dólar sería establecido con base en la cantidad de dólares en circulación (oferta) y la cantidad de dólares requeridos para compra (demanda). Esto por supuesto trajo algunas implicaciones en los mercados internacionales, sobre todo en la aceptación de la moneda norteamericana.
En 1944, se firma el acuerdo Bretton Woods, en donde se establecía que cada 35 dólares tenían que estar respaldados por 1 onza (32 gramos) de oro, de forma de tranquilizar un poco a los mercados internacionales que comerciaban en dólares.
Sin embargo, en 1971, la administración del presidente Richard Nixon, eliminó la convertibilidad y respaldo del dólar con el oro. A partir de este momento el respaldo de la moneda norteamericana se basa sólo en la capacidad de producción del país que imprime esta moneda, el dólar americano, y de esta manera, dado que la economía norteamericana era para el momento (y aún lo es) la economía más fuerte del mundo, comienza el concepto de la Moneda o Economía Fiduciaria. En este concepto el valor del dinero no está respaldado por su equivalente en oro depositado en las arcas de los bancos emisores de billetes, sino por LA CONFIANZA de los tenedores de papel moneda en el valor de los mismos. De esta manera estamos en la actualidad a la buena de Dios o en manos de quienes tienen el poder de imprimir billetes a placer.
A partir de este momento la emisión de dinero en el mundo comienza a multiplicarse de manera ascendente y aparecen nuevas forma y modelos de intercambiar dinero, formas de pago, colocaciones, transferencias, etc. Aparece también el denominado “cáncer del capitalismo” o crisis inflacionarias cíclicas, que forman parte del denominado terrorismo financiero o de la especulación de la masa monetaria. El dinero dejo así de ser el denario antiguo que facilitaba la adquisición y venta de bienes y servicios, y paso a ser un instrumento de dominación mundial y empobrecimiento global.
La crisis de 2008-2009 de los bonos basura abre la puerta para la creación de los protocolos digitales y la elaboración del primer manual o libro blanco de cryptodivisas. LA CRIPTODIVISA nace como respuesta a las estafas ponzy que se fraguan en las esferas financieras que controlan la economía global. Esta crisis reventó nadando sobre un caldo putrefacto de papeles derivados financieros sin respaldo y por un endeudamiento masivo irresponsable que puso vivienda fácil en manos de cientos de miles que no tenían capacidad de pago; se emitieron hipotecas tóxicas sin respaldo al por mayor y la burbuja explotó en la cara misma de los grandes consorcios de Wall Street. Las firmas responsables fueron premiadas con benevolentes multas y auxilios financieros. La deudores de a pie fueron desahuciados y puestos en la calle a vivir y dormir dentro sus automóviles. Esto replicó, picó y se extendió en la misma España en la burbuja del ladrillo. Otra respuesta a estas crisis fue la corrida que hicieron los capitales y bancos centrales europeos para refugiarse en la compra masiva de oro. Hoy China y Rusia adquieren casi la totalidad de los yacimientos auríferos del mundo, como medida preventiva ante el inminente colapso del yanqui dólar. Silenciosamente el mundo regresa al patrón oro o avanza a la criptodivisa.
LA REVOLUCIÓN DIGITAL: Como resultado del desarrollo y uso de tecnologías que impactan cada vez más la economía mundial, se considera que el 90 % del dinero del mundo es “electrónico o digital” es decir no cuenta con representación física sino es el resultado de operaciones que son respaldadas por entidades financieras en los países conforme a las medidas y regulaciones de respaldo emitidas por los gobiernos.
El complejo sistema de transferencia y pagos, hace que el dinero físico resulte inapropiado y poco práctico, si se tuviera que imprimir dinero físico para poder satisfacer la cantidad de operaciones financieras que se realizan en un día sería prácticamente imposible.
Sin embargo, curiosamente, estamos culturalmente acostumbradas al manejo del dinero físico. Y muchos expertos aseguran que nunca podrá ser sustituido totalmente por medio de pago o dinero electrónico o digital. Pero, otros opinan que al igual que los libros, las generaciones venideras utilizarán libros digitales (block-chain), y los actuales serán piezas de museo, por lo cual las formas de moneda y dinero electrónico o digital sustituirán totalmente el uso de papel moneda o el dinero físico de curso legal.
En el siglo XXI, las tecnologías presentes y emergentes, así como, la prospectiva que podemos hacer sobre ellos está cambiando los paradigmas del dinero y las formas de pago de manera acelerada. Hoy con la aparición de la tecnología móvil celular junto con mecanismos seguros de encriptación se habilita a comunicaciones ubicuas y confiables, capaces de manejar operaciones seguras de pago, y así, utilizar nuestra dinero electrónico o digital se hace cada vez más fácil, podemos pagar o recibir pagos mediante dispositivos personales, igual que un teléfono celular o utilizando uno de ellos.
Tecnologías existentes: Puntos de venta móviles o mPOS, por sus siglas en inglés, son aquellas que asocian los medios de pago seguros y confiables de las tecnologías de telecomunicación celular, de medios de encriptación, de claves públicas y privadas, de grandes procesadores de transacciones, etc., que permite utilizar nuestro dinero electrónico o digital para poder pagar o recibir pagos, y participar activamente en un mercado de bienes y servicios de manera eficiente.
Las tendencias actuales apuntan a un crecimiento en los medios de pago móviles mPOS, con soporte de tecnologías celulares que se apoyen o no en el dispositivo o teléfono celular con prestaciones del tipo smartphone. Sin embargo, las nuevas generaciones de mPOS, que inician este año 2018, ya no necesitarán a los teléfonos celulares, pues ellos en si mismos permitirán la comunicación y los servicios de identificación y seguridad necesarias. Igualmente, las operaciones de pago, peer to peer, o punto a punto, es decir entre dispositivos o teléfonos celulares, sin la presencia de otros medios que representen nuestro dinero electrónico o digital, como las tarjetas de débito o crédito, también están dentro de las tendencias de los sistemas de pago en los mercados. Estas soluciones utilizan principalmente tecnologías emergentes de software para generar un sistema rápido, seguro y confiable de pagos.
REVOLUCIÓN DIGITAL: Finalmente, los avances en materia de criptografía y las enormes velocidades de computo han hecho que las criptomonedas irrumpan en el mundo del dinero como una opción de dinero electrónico o digital, cada vez más desvinculado de los patrones tradicionales. Las criptodivisas son dinero y medio de pago a la vez, que no utiliza el sistema financiero o bancario para soportar sus operaciones, como todos los anteriores, lo que los hace algo verdaderamente innovador y paradigmático. En su estado puro la moneda virtual no está regulada ni controlada por ningún ente gubernamental, de ahí que su existencia amenaza la vida de la banca tradicional la cual va por esta en proceso de extinción. Gracias a la eficiente y efectiva respuesta de su tecnología, ha logrado la aceptación basada en la confianza de miles y millones de usuarios que le consideran un sistema monetario y de medio de pago seguro y confiable.
TIEMBLA TRUMP: No deja de sorprendernos la vitalidad de las nuevas monedas virtuales y la utilidad como sistema supranacional libre de fraudes, exento de manipulaciones bursátiles o especulativas, alejada de los gánsteres de Wall Street y del cartel internacional de la cleptocracia bancaria. Esto quita el sueño a los dinosaurios de la política norteamericana y a tal efecto Donald Trump ha emitido un decreto ejecutivo presidencial que sanciona y penaliza a todo aquel que por su propia cuanta o por intermediación de terceros o personas interpuestas, llegase a tranzar algún tipo de operación comercial vía el recientemente creado Petro , que por cierto ha sido diseñado para acabar con esa pesadilla que ha sembrado el tratado de Breton Woods y su ridícula ilusión de perpetuar el sistema fiduciario de impresión de billetes inorgánicos e invasión a escala planetaria de deuda buitres impagable que solo pueden contraer naciones con gobiernos vendidos al mejor postor. El PETRO es la muerte del dólar especulativo financiero no productivo. Con la criptodivisas en general y EL PETRO en particular se conjura el fin de la maldición del dólar estadounidense, fin que se pone de manifiesto en el colapso inevitable su dominio mundial.
ALEJANDRO CARRILLO [email protected]