Malaverismos: El cartero llama muchas veces

Hay muchas cartas en este conflicto venezolano, además, también está la carta que tenemos bajo la manga
Internet

Publicado: 12/04/2020 06:00 AM

Muchos años después del golpe del 11 de abril de 2002, se encontró una carpeta en la oficina de Ramos Allup, donde estaba esta crónica que se supone fue escrita por alguno de ellos, pero la verdad es que nuestros investigadores todavía no han logrado saber quién pudo ser, porque ninguno de ellos sabe escribir una crónica así.

Mientras la tarde caía despacito en las afueras de la quinta Caviar, adentro, en el pequeño salón Daniel Romero, los miembros caídos de La Mud, Henry Ramos Allup y Luis Florido, quien acababa de llegar de Washington- Maiquetía- Quinta Caviar, conversaban mediocridades. “Hay ciertas cosas que uno debe soportar en esta lucha contra Maduro, que son bien duras, amigo”. Le decía Ramos Allup al diputado Florido. “¿Cómo cuáles, mi estimado?” Preguntó Florido. “Como estar en una reunión escuchando a Ismael García, por ejemplo”. Los dos levantaron sus copas de vino Chateau Lafite Rothshild (Bodega privada). Y en ese momento se escuchó una voz que preguntaba: “¿Cómo están esos muérganos?”. Era Ismael García que estaba entrando al pequeño salón Daniel Romero. “Hablando del ruin de Roma” –dijo Florido.

En la Capilla Cardenal Ignacio Velasco, de la quinta Caviar, estaba también un grupo de hombres y mujeres de La Mud, esperando que los llamaran para analizar la situación del país. Allí, María Corina Machado, con un rosario en la mano, le decía a la diputada Delsa Solórzano: “Por favor, léeme otra vez el artículo 350, que me emociona”. Y la diputada Solórzano: “Ya está bueno ya. Que te lo lea Ismael, aunque yo creo que él no sabe leer”.

Después se escuchó por los parlantes: “Atención. Atención. Le participamos a todos los compañeros y compañeras que están dispersos, como siempre, por todos los salones y capilla de la quinta Caviar, que por favor se acerquen al auditórium Dr. Pedro Carmona Estanga, donde comenzaremos el análisis de la situación del país, si lo podemos llamar así. Acérquense que ya el invitado de honor está aquí, y tiene que irse dentro de poco a la embajada de Estados Unidos”. Los miembros caídos y los demás invitados de la Mud comenzaron a entrar al salón y a tomar asiento. Cuando el moderador vio que ya estaban todos, entonces anunció: “Con ustedes, nuestro invitado de honor: Jeffrey Cartón, especialista en política venezolana”

Y el invitado de honor tomó la palabra: “Buenas tardes,  compañeras y compañeros. La situación en este país se torna muy irónica. Estuvimos luchando duramente, al lado del compañero Almagro y mucha gente, para que a Venezuela le aplicaran la Carta de la OEA,  y ¿qué pasó?, que Maduro le aplicó una Carta a la OEA y a Almagro. También empezamos a enviarle una carta al Defensor del Pueblo, y marchamos para llevarle la carta, y le enviamos más de veinte cartas porque también se la dejamos en las defensorías de los estados. También apareció por allí una carta de un escritor colombiano, Ospina, creo que se llama, a lo mejor el diputado Ismael García me puede ayudar con el nombre, porque yo sé que él es uno de los pocos que lee en la oposición...” 

Todos los miembros e invitados se volvieron buscando al diputado García, y lo vieron cuando decía: “La verdad es que no sé, compañero Cartón, en este momento estoy metido en la literatura inglesa”.

El Jeffrey Cartón tomó un poco de agua y volvió: “Quiero decir con esto, que hay muchas cartas en este conflicto venezolano, además, también está la carta que tenemos bajo la manga, que todos ustedes conocen muy bien...” “Esa es la que tenemos que aplicar ya”- dijo el diputado Guevara que estaba llegando después de estacionar su Audi. Y todos los demás miembros dijeron: Shiiiiiiiii. Pidiendo silencio.

Y el Dr. Cartón volvió con la palabra: “El miedo que tenemos ahora es que la gente, cansada con todas las locuras que estamos cometiendo, y que ninguno de nosotros asume, ni sale a deslindarse ni a desmentirlas, como debe ser, porque todos estamos comprometidos con salir de esta dictadura, repito, el miedo que tenemos es que la gente, cansada de nosotros, diga: “No me echen más cartas” Y nos abandonen. Mediten eso compañeros. Gracias”.

El moderador tomó la palabra y dijo: “El Dr. Cartón, qué coincidencia, hablando de cartas y él es Cartón –nadie sonrió ni hizo comentario alguno del juego de palabras del moderador- y el hombre siguió: “Bueno, decía que el Dr. Cartón tiene que irse a la embajada de Estados Unidos, y  por lo tanto démosle un gran aplauso a ese análisis”.

Mientras el público presente aplaudía, el diputado García se acercó a Cartón y le dijo: “Dr., también podemos decir que en Venezuela el cartero no llama dos veces, llama muchas veces”. El Dr. Cartón llegó a la embajada comentando las palabras del diputado García.

ROBERTO MALAVER


Comparte esta noticia: