Malaverismos: Juraméntame, por piedad, yo te lo pido



Publicado: 22/10/2017 08:06 AM

Desesperado ante la solicitud del Presidente Maduro de querer que los gobernadores de la oposición se juramenten ante la Asamblea Constituyente, Ramos Allup llama a Almagro. • Aló • Aló, sí. • ¿Almagro? • - Sí. Soy yo. ¿Con quién hablo? • Es Ramos Allup. Henry, tu amigo, el del cuartico aquel. • Yo no quiero nada con usted. Usted me ha dicho de todo porque yo dije que no debían participar en esas elecciones fraudulentas. • Por eso te escribo esta carta, Almagro. • No me sigas pidiendo la aplicación de la carta interamericana, que ya me da pena. • Es un favor que te quiero pedir. • Y ¿qué será? • Que así como juramentaste un Tribunal Supremo nuestro en la OEA, me juramentes, por favor, cuatro gobernadores adecos que tengo por acá. • Y ¿no son cinco? • Sí, pero el otro es del lechuguino Julio Borges, y a lo mejor él también te llama, pero yo te quise llamar primero. • Olvídense. Yo no quiero nada con ustedes, por ahora. • Almagro. Almagro. Me cortó Están reunidos en el Gran Salón Pedro Carmona Estanga, de la quinta Caviar. Allí está Ramos Allup con sus cuatro gobernadores que nadie quiere juramentar hasta tanto no se juramenten en la Asamblea Nacional Constituyente. Y lo dijo claramente la Gaceta Oficial, que todo gobernador tiene que pasar por la ANC para después salir a gobernar. Sin embargo, primero Ramos Allup había dejado en libertad a sus cuatro gobernadores para que tomaran la decisión, pero después parece que la Mud dio la orden de que nada con la ANC. También está allí el candidato derrotado en el estado Bolívar, Andrés Velásquez, quien le dice a Ramos Allup: “Si Almagro me puede ayudar, te lo agradezco, porque el fraude que me hicieron a mí lo voy a llevar de la OEA para arriba”. Ramos Allup lo mira con lástima, pero lo comprende. El hombre tiene una cara de derrotado que no se la quita nadie desde las elecciones que perdió con Rafael Caldera. También está allí, lloroso, y con mucha pena, Carlos Ocariz, quien le dice a todos los demás: “Hubo fraude, porque Luis Vicente León, el de Datanalisis, me dijo personalmente que según ellos, yo era el ganador”. Ramos Allup se vuelve y lo ve y no comenta nada. Sigue preocupado porque tiene cuatro gobernadores y las asambleas legislativas regionales no los quieren juramentar hasta tanto no pasen por la Asamblea Nacional Constituyente. Martín Granier y Pedro Pérez son los mesoneros encargados de distribuir entre los presentes el Clap de las bebidas y los pasapalos. Y no tienen mucho trabajo, porque casi nadie quiere tomar ni comer nada hasta tanto no arreglen el problema del fraude y el problema de la juramentación. • Almagro no quiere nada con nosotros- dijo Ramos Allup. • Claro. Es que tú lo ofendiste. Prácticamente lo mandaste al carajo cuando dijo que no debíamos participar en estas elecciones.- dijo Gerardo Blyde, quien nunca se había acercado a la quinta Caviar, y ahora la conocía por primera vez. También estaba allí Ramón Guillermo Aveledo, quien le decía a Andrés Velásquez: “Tremenda vaina me echaron ustedes a mí. Me pusieron a declarar que teníamos una victoria gigantesca, y la vaina se quedó enana, y yo también de pendejo que me presté para ese ridículo nacional”. Alguien gritó por el sistema de sonido de la quinta Caviar: “Por ahí viene el Chúo Torrealba” Y todos gritaron al mismo tiempo: “No lo dejen entrar. No lo den entrar, que es un desgraciado”. Los cuatro gobernadores adecos estaban sentados en perfecto orden alfabético: Anzoátegui. Mérida. Nueva Esparta y Táchira. Entonces, Alfredo Díaz, el de Nueva Esparta, se puso de pie y se acercó a Ramos Allup y le dijo: “Juraméntame, por piedad, yo te lo pido” Y Ramos Allup levantó la mano y dijo: “Yo los juramento en nombre del partido. Adelante a luchar milicianos”. Y entonces alguien gritó: “Está llamando Almagro. Y les dice que esperen la orden del gobierno de Estados Unidos, como siempre la espera él”.

@robertomalaver

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