Polar controla casi el 60% de la comercialización de rubros alimentarios de consumo masivo



Publicado: 01/05/2016 10:04 AM

"Creemos que las personas están dotadas de conciencia, voluntad y posibilidades de libre elección. Consideramos que el derecho a la libertad individual de elegir debe estar enmarcado en el deber de responder ante los otros por los efectos de dicha elección". Así Lorenzo Mendoza, apoyado en el aparato de propaganda de Empresas Polar, encubre su participación abierta como actor estelar de la guerra no convencional contra el país.

  • Desde esta tribuna se ha realizado un conjunto de trabajos especiales y artículos de investigación en que los rasgos importadores, bachaqueros, parasitarios e improductivos de Empresas Polar se muestran evidentes tanto por sus propios datos históricos como por su estructura empresarial diseñada para el saqueo permanente de la renta petrolera.
  • 75 años de acumulación de capital a partir del uso y abuso del dinero público del país no sólo le abrió el camino a la oligarquía de los Mendoza-Fleury para posicionarse como los grandes gerentes de la neocolonización de Venezuela desde los recién estrenados despachos del Estado venezolano (Ministerios de Industrias Básicas, Hacienda, Fomento y Agricultura), sino que también generó todas las condiciones objetivas para reforzar un importante poder oligopólico y monopólico sobre los alimentos de consumo masivo en Venezuela.

En la siguiente infografía podemos apreciar cómo Lorenzo Mendoza controla los rubros alimentarios esenciales para la población, entre otros.

Oligopolio

  • Comprendiendo que Lorenzo Mendoza controla 8 de cada 10 harinas que se producen y comercializan en Venezuela, la filosofía de supositorio sobre la "libre elección" y la "libertad individual" deja de tener sentido. Lorenzo Mendoza sabe que el negocio familiar que heredó de sus ancestros, todos especializados en el arte del pillaje y el rapto de los petródolares, consiste en mantener el control absoluto de la oferta y de la demanda, factor que impide tanto el desarrollo de la "competencia" con otros sectores empresariales como la supuesta "libre elección" del consumidor a la hora de comprar. Nada es más peligroso para Empresas Polar que la "mano invisible del mercado" a la que tanto le chupan el dedo gordo.
  • Tal poder de control sobre la economía y la producción de sus bienes esenciales de consumo dota a Lorenzo Mendoza de una gigantesca infraestructura de procesamiento, distribución y comercialización de productos alimentarios con un alto impacto en la vida cotidiana de la gente. Empresas Polar controla casi el 60% de la distribución y comercialización de los rubros alimentarios de consumo masivo, por ende, el fuerte desabastecimiento y las dificultades en el acceso a estos productos no pueden ser endosadas al Gobierno puesto que no ostenta la las oligopólicas cuotas de mercado que sí controla Lorenzo Mendoza.
  • Por eso, cuando Lorenzo Mendoza decide bajar arbitrariamente la producción de estos rubros en momentos cumbres de la coyuntura política venezolana (Decreto Obama, elecciones, guarimbas, etc.), el golpe en la realidad se siente: aumentan las colas, se dispara el desabastecimiento y crecen los escenarios de desestabilización. Tres efectos inmediatos que son facturados políticamente por la dirigencia escuálida, que además cuenta con el patrocinio mediático de grandes medios corporativos para responsabilizar al gobierno de las tácticas de guerra económica de Lorenzo Mendoza. Así cualquiera es empresario y cualquiera es un político "comprometido" con "salvar" al país.

Producción Polar

  • Este impacto que tiene tres años siendo dirigido hacia una estrategia continuada de golpe económico, es muy bien administrado mediática y operativamente por Lorenzo Mendoza. De su insurrección abierta durante el año 2002–2003, traducida en el cierre de plantas estratégicas para la producción de harinas y pastas alimenticias, el Lorenzo Mendoza del golpe no convencional de hoy ha optado por bajar la producción en momentos claves de la política venezolana, destrozando en ese mismo impulso los suministros regulares hacia los centros de abastecimiento más concurridos por la población y afectando integralmente sus propios patrones de distribución.

Él podrá decir que estos altibajos en la producción (y por ende en la distribución) se debe a la falta de divisas y de materias primas, pero en entre 2013 y 2015 recibió 2.290 millones de dólares para aumentar la producción.

Y es en el marco de ese recrudecimiento de estos actos de guerra, de la utilización de su infraestructura para agredir a la población, y la generación permanente de alcabalas para consolidar que la única vía para acceder a la canasta básica de Lorenzo Mendoza sean grandes colas y el bachaqueo, es que los intentos desbocados de la dirigencia opositora por movilizar a la población (tal cual lo exige el Comando Sur para ayer) adquieren un sentido político. Lorenzo Mendoza llevó al extremo las condiciones alimentarias para el país y es un actor fundamental dentro de la guerra no convencional contra Venezuela, el control sobre buena parte de la economía venezolana que heredó de su familia explica cómo este oligopolio nos hace la guerra sin arriesgar el pellejo. A todo cochino le llega su sábado.

MISIÓN VERDAD 

Comparte esta noticia: