Salvador Allende: Faro de gallardía y entrega que guía las luchas de los pueblos

A 111 años del nacimiento de este faro de dignidad y gallardía, los pueblos de nuestra América, alzan sus manos de gigante para combatir al imperialismo hasta alcanzar la victoria
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Publicado: 26/06/2019 08:00 AM

El 26 de junio de 1908, nació en la ciudad de Santiago de Chile,  presidente eterno de la rebelde y revolucionaria nación austral, Salvador Allende, insigne revolucionario que alcanzó la presidencia a través de elecciones, para liderar la que sería la primera revolución que alcanzaba el poder de una República por la vía pacífica. 

De profesión médico cirujano, Allende nunca ocultó su afinidad con las luchas de los humildes, característica que lo llevó a estudiar las doctrinas socialistas y a formar parte del Partido Socialista de Chile, del cual fue fundador y promotor de su activa participación en la escena electoral, que llevaron a esta tolda a convertirse en una fuerza dentro de la nación austral. 

Es así como se convierte en senador del Congreso de Chile, donde llega a presidir esta cámara alta, y posteriormente tras su participación en varias elecciones como candidato presidencial, hasta que el 4 de septiembre de 1970, logró ser electo por la mayoría del pueblo chileno. 

Cumpliendo con sus promesas y como fiel creyente en la justicia social, inicia una serie de acciones dirigidas a favorecer al pueblo lo cual despierta la ira del imperialismo y la burguesía chilena quienes en alianza inician una escalada política y económica para como ordenó el entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, "hacer chillar a la economía chilena". 

Tras varios años de resistencia por parte de este insigne revolucionario y la mayoría del pueblo chileno, el 11 de septiembre de 1973, se gesta la traición dentro de la Fuerzas Armadas de este país, y se suscita el golpe de Estado liderado por el agente de la CIA, Augusto Pinochet, quien ante la negativa de Allende de renunciar y abandonar el país, ordena el asesinato de este insigne revolucionario a través del bombardeo del Palacio Presidencial de La Moneda

Hoy a 111 años del nacimiento de este faro de dignidad y gallardía, los pueblos de nuestra América, alzan sus manos de gigante para con su fuerza y constancia, combatir al imperialismo hasta alcanzar la victoria, y así cumplir con su última voluntad, cuando en medio del bombardeo y con calmada voz dijo: 

"Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor."

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