¡Seamos como Sucre! Gran Mariscal de Ayacucho: patriotismo, honor y lealtad

Cuando existen hombres de indoblegable actitud a favor de las causas justas no faltan los traidores que quieran detener sus pasos, así ha ocurrido a lo largo de la historia, y así ocurrió con el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, asesinado vilmente por una bala traidora el 4 de junio de 1830, pero el legado de los patriotas jamás morirá.

“La bala cruel que te hirió el corazón mató a Colombia y me quitó la vida. Como soldado, fuiste la victoria, como magistrado, la justicia, como ciudadano, el patriotismo, como vencedor, la clemencia, como amigo, la lealtad. Para tu gloria lo tienes todo ya; lo que te falta, solo a Dios le  corresponde darlo”, con esas palabras expresó su dolor el Libertador Simón Bolívar luego del trágico suceso.

El Mariscal Sucre fue un hombre de extrema convicción libertaria que castigaba sin vacilar los crímenes, vicios y corruptelas, y siempre resaltaron en él los valores del patriotismo suramericano, el honor, la gratitud y la lealtad.

El crimen contra el ilustre venezolano que siempre actuó con magnanimidad y clemencia para con el enemigo y quien dio glorias a las armas de la Patria, fue una conspiración contra el Proyecto Bolivariano y contra la unión de los pueblos libertados por Bolívar, 

A 189 años de su asesinato, el pueblo venezolano honra la memoria de este prócer de la independencia, continuando su legado revolucionario que siempre estará vigente, más aún mientras existan poderes que intenten reprimir al más vulnerable.