Sepa cómo bachaqueros y mafias promueven guerra de precios para destruir la moneda

Publicado: 17/01/2018 02:53 PM

La guerra de precios de la que está siendo víctima el pueblo de Venezuela alcanzó un nuevo nivel, ya no solo es que los bachaqueros y empresarios inescrupulosos venden los productos al precio que les da la gana, sino que ahora te fijan el costo de acuerdo al modo de pago. Un patrón que se está repitiendo en varias regiones del país.

En Catia (Caracas) por ejemplo, los bachaqueros venden un cartón de huevo a 250 mil bolívares si pagas con efectivo, pero si lo cancelas con tarjeta de débito el costo sube a 300 mil bolívares y algo más. Lo mismo sucede con la verduras y la legumbres.

“La zanahoria la compro a 60 mil bolívares el kilo si a pago con efectivo, si lo hago con tarjeta sube a 80 mil y hasta 90 mil”, relata una persona vecina del sector, a la que por razones de seguridad llamaremos Juana Ávila (nombre ficticio).

Juana cuenta que los bachaqueros de la zona y empresarios inescrupulosos tienen una mafia con los billetes: “Una parte de ese dinero que uno con tanto sacrificio les da en efectivo, ellos luego terminan haciendo avance donde te cobran hasta el 50 y 60%, otra parte de ese dinero lo mandan a la frontera donde los venden”.

“Son unos parásitos y unos ladrones están destruyendo la economía. Ya basta hay que poner mano dura”, exclama.

Situación similar ocurre en Carupano, estado Sucre. Gabriela Rodríguez (nombre fictio por motivos de seguridad) viajó en diciembre a su pueblo de origen a pasar las festividades con su familia, pero se encontró un pueblito totalmente diferente al que recordaba.

“Todo es una mafia, promovida por los bachaqueros y los dueños de los locales en la zona. Si tienes dinero en efectivo los productos te salen más baratos, pero si pagas con tarjeta de débito te cobran intereses”, describe.

Acto seguido relata que en Carupano un kilo de detergente de ropa que en diciembre costaba 150 mil bolívares en Caracas, allá lo vendían a 270 mil en efectivo y 330 mil con tarjeta de débito.

“Un cartón de huevos costaba 150 mil en diciembre si lo pagabas e efectivo, 230 mil si lo comprabas con tarjeta de débito. Son unos abusadores. Es necesario que se ponga mano dura”, exige.

Este drama se repite en Jusepín, estado Monagas, lugar en el que Ana Ceballos (nombre ficticio por motivo de seguridad) fue a pasar las fiestas decembrinas. La joven relató que en diciembre un kilo de carne costaba 120 mil bolívares en efectivo y 160 mil con tarjeta.

“Un kilo de detergente lo vendían a 370 mil bolívares el kilo y a 500 mil con tarjeta de débito”, agrega.

Luego explica que el efectivo que hacen los bachaqueros y comerciantes inescrupulosos con este método lo terminan mandando al estado Bólivar y de ahí pasa a Brasil. “Están vendiendo nuestra moneda como les da la gana en la frontera, por eso es que en el país no hay efectivo todo se lo llevan”, denuncia.

Ceballos cuenta que muchos “bachaqueros” y comerciantes inescrupulosos dicen abiertamente que está es una manera de golpear la economía y por ende al presidente de la República, Nicolás Maduro.

“Lo que no ven los mafiosos eso es que nos estamos comiendo los unos a los otros, porque aunque ellos se llenan los bolsillos también se ven envueltos en la guerra económica”.

La guerra económica contra Venezuela está siendo por diversos flancos. Las mafias se siguen llevando nuestra moneda, al mismo tiempo que desatan una guerra de precios, todos los días le suben la tarifa a los productos, escenario a la que ahora le sumaron que el costo aumenta si pagas con tarjeta de débito.

Aunado a eso se encuentra la distorsión de la moneda causada por DolarToday. A esto también hay que añadir que algunos productos comenzaron a desaparecer de los anaqueles, lo que están aprovechando varios medios de comunicación de la derecha para generar una campaña con miras internacionales de que en el país no hay comida.

Todo parece tener un objetivo, hacer creer a la gente que el responsable de todos estos males es el presidente Nicolás Maduro y su gobierno, pero sabemos que el enemigo al que muy hábilmente le ocultaron el rostro no es más que la misma derecha, que está recurriendo a todas sus artimañas de cara a las elecciones presidenciales.

El clamor popular es que el Estado meta preso a quienes están destruyendo la economía.