¡Sin cuento! Conozca cómo ha sido la guerra económica contra Venezuela

El pueblo venezolano ha salido a la calle una y otra vez a rechazar el intervencionismo yanqui
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Publicado: 18/06/2019 03:37 PM

Desde hace seis años Venezuela y su pueblo son víctimas de una guerra económica y un bloqueo ilegal impuesto por Estados Unidos (EEUU). Sin embargo, aún existen sectores de la oposición que niegan la existencia de estas agresiones y responsabilizan al Gobierno Nacional que lidera Nicolás Maduro, de la crisis económica que está viviendo el país.

La guerra económica está presente a diario en la vida de los venezolanos. Se evidencia cuando una persona va a un odontólogo o cualquier otro especialista de la salud privado, y la consulta o la operación que requieras la cobran en dólares. Situación que se repite a la hora de comprar repuestos para el carro, tecnología, electrodoméstico, ropa o pagar el alquiler.

Se evidencia cuando vas a una farmacia y no consigues el remedio que requieres. Se evidencia con el incremento constante de los productos de la cesta básica, resultado de la inflación inducida. Todo esto que estás viviendo es consecuencia de la persecución financiera que viene aplicando Estados Unidos con sus gobiernos aliados en la región, y con  sectores de la oposición venezolana contra el país.

A continuación te enumeramos cómo ha sido la guerra económica contra el país:

Escasez de productos

Si bien es cierto que a partir del año 2006 las acciones del gobierno de EEUU para derrocar al gobierno del presidente Hugo Chávez “comenzaron a ser encubiertas, especialmente las agresiones económicas con: el desabastecimiento programado y selectivo de los bienes esenciales a través de la alteración de los mecanismos de distribución”, como explica la economista Pasqualina Curcio en un trabajo titulado: “Hiperinflación: Arma Imperial (III), caso Venezuela”, publicado en agosto de 2018, esta acción se intensificó tras el fallecimiento en marzo de 2013 del líder de la Revolución Bolivariana.

La escasez ocasionó grandes colas en los supermercados y abastos, bachaquerismo en toda Venezuela y que los productos de la cesta básica fueran extraídas por mafias colombianas y personas inescrupulosas y fueran a parar a Cúcuta.

Las largas colas y el desabastecimiento fueron utilizadas por la oposición  para ganar la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.

Robo de la moneda nacional

En 2015 se agudizó la extracción de manera ilegal por parte de mafias colombianas y venezolanos inescrupulosos de la moneda nacional hacia Cúcuta, especialmente el billete de 100 bolívares, obligando al Estado a poner más dinero en circulación.

La extracción de la moneda nacional generó escasez de efectivo en el país, debilitó el bolívar y generó inflación.

Hiperinflación inducida

En los últimos seis años el costo de los rubros de la cesta básica, productos de higiene, artefactos y electrodomésticos, ropa y calzado, medicina no han dejado de subir, producto de la hiperinflación inducida.

En la citada investigación de Pasqualina Curcio, la autora explica que “la causa originaria y determinante de la hiperinflación en Venezuela es la “depreciación” del bolívar, la cual ha sido resultado de la manipulación política del valor del tipo de cambio entre nuestra moneda y el dólar, siendo la secuencia la siguiente: manipulan políticamente el tipo de cambio, se elevan los costos de importación y se genera un shock de oferta en la economía, caracterizado por la contracción de la oferta agregada, escasez, aumento de precios y disminución de la producción nacional”.

Las sanciones gringas

El 9 de marzo de 2015, el entonces presidente estadounidense, Barack Obama firma el decreto 13692 en la que declara a Venezuela como una "amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidense".

Después de eso el Gobierno estadounidense firmó otros seis decretos más para bloquear económica y financieramente a Venezuela. Cinco de ellos, durante la administración de Donald Trump.

El primero fue la Orden Ejecutiva Número 13808, “la cual persigue las operaciones financieras desde o hacia Venezuela, y prohíbe al sistema financiero internacional participar en cualquier operación de compra, venta, negociación o renegociación de deuda soberana de Venezuela, así como cualquier operación relacionada con la deuda de la compañía petrolera nacional, Pdvsa. El decreto también negó a filiales de Pdvsa -como la empresa Citgo con sede en EEUU- repatriar dividendos o utilidades hacia el Estado venezolano”, como recordó la cancillería venezolana en marzo de este año, en un documento denominado “Crimen de lesa humanidad contra Venezuela”.

En 2018 Trump firmó tres orden ejecutivas: la primera en marzo, se trató de la número 13827, contra la criptomoneda Petro. Un mes después, la 13835, contra las

cuentas por cobrar y otras operaciones de Venezuela. Finalizó ese año con la 13850, rubricada en noviembre contra las operaciones de comercialización del oro de Venezuela.

Este año, específicamente el 28 de enero, rubricó la Orden Ejecutiva 13857, que establece el bloqueo – congelamiento de los activos de Pdvsa (Citgo) en EEUU.

En el citado documento de la cancillería, el Gobierno nacional describe que “el bloqueo ha inducido una caída de la actividad económica interna y del comercio internacional de Venezuela. Ha estimulado el encarecimiento del costo de divisas impulsando los ataques especulativos contra la moneda nacional. Ha producido desabastecimiento y escasez en sectores esenciales de la economía como alimentos, medicinas y bienes esenciales para la industria. La agresión económica ha promovido la fuga de capitales”.

 El texto indica que las pérdidas globales para la economía entre agosto de 2017 y diciembre de 2018 es de 23 mil 238 millones de dólares. Adicionalmente el gobierno gringo tiene 30 mil millones de dólares bloqueados a Venezuela luego que se robara Citgo.

 En abril de este año, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, aseguró que: “nosotros hemos divulgado un estudio en el Centro Latinoamericano de Estudios, donde hablamos del daño ocasionado a Venezuela en el aspecto económico desde 2013 con el bloqueo financiero al año 2017; son 300 mil millones de dólares”.

Muertes por el bloqueo

El gran daño del bloqueo es el fallecimiento de venezolanos y venezolanas según un informe del Centro para la Investigación Económica y Política,  (Cepr, por sus siglas en inglés). El texto, realizado en EEUU por los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, y que se dio a conocer a finales de abril de este año estima que las sanciones aplicadas por la administración de Donald Trump contra Venezuela causaron la muerte de alrededor de 40.000 personas entre 2017 y 2018.

En mayo de este año, tres niños que esperaban un trasplante de médula ósea perdieron la vida como consecuencia del robo que hizo el gobierno de EEUU, y el golpista Juan Guaidó, de Citgo.

Decenas de venezolanos están a la espera de trasplante fuera y dentro del país, tratamientos que no se han podido completar producto del robo que hizo el imperialismo y sus lacayos de la derecha de Citgo y del bloqueo.

Dolarización de la economía

La guerra económica se evidencia en la dolarización de la economía que se ha venido dando en los últimos años. Hoy en la mayoría de los comercios del país, restaurantes, en los centros de salud privado, en algunos colegios y hasta la economía informal cobran en dólares o al precio que esté la divisa en el mercado paralelo al día.

A comienzos de abril, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, confirmó que el objetivo de su gobierno es dolarizar la economía venezolana. De acuerdo con información publicada en medios internacionales, reveló que en ese plan trabajan de la mano su oficina—el Departamento del Tesoro—, el Consejo de Seguridad Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Cuando se dolariza la economía de un país, la política monetaria de este pasa a depender del país emisor de la moneda, es decir la política monetaria de Venezuela quedaría supeditada a la política monetaria de los Estados Unidos.

Los Clap en el ojo gringo

En 2016 el jefe de Estado, Nicolás Maduro, creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) para llevar alimentos subsidiados a las familias venezolanas más vulnerable. Tres años después este programa que atiende a más de 6 millones de familias, recibió en mayo amenazas del Gobierno de EEUU.

El pasado 22 de mayo, el denominado por Trump como “enviado especial” para Venezuela, Elliot Abrams, amenazó con que su gobierno evalúa aplicar sanciones contra los Clap. La guerra económica de EEUU contra el país parece no tener límites, el objetivo es muy claro: asfixiar económicamente a la nación suramericana.

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