William Lara

William vive en todas las batallas que nos quedan por dar, con la conciencia segura de nuestras victorias, iluminadas por su vida ejemplar.
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Publicado: 10/09/2020 11:06 AM

Hace una década, aún joven, nuestro  compañero de luchas fue víctima de un sorpresivo y lamentable accidente vial. Estuvo con nosotros en todos los frentes de batalla en los primeros doce años de la Revolución Bolivariana. Era de un comportamiento matemático, irradiaba exactitud en todo lo que hacía. Parecía meditar antes de hablar, daba una pausa para medirlo todo, como tratando de evitar  pasos en falso.

Su tránsito por la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 fue una cátedra de sindéresis política y verticalidad revolucionaria. Nos enseñó a ser puntuales a nuestros deberes y adelantarnos a las crisis. Iba leyendo por anticipado lo que podría suceder en días o meses venideros. Como buen llanero era reservado, poseía una inteligencia observante.

Durante el Golpe de Estado de abril 2002, cuando la oligarquía fascista disolvió todos los poderes, William Lara como Primer Presidente de la Asamblea Nacional fue un pilar de la democracia. En concordancia con la constitución vigente juramentó a Diosdado Cabello Rondón como Presidente de la República. Se selló de garantía indiscutible  para el regresó de Chávez a Miraflores

Fue cofundador del PSUV y del extinto Movimiento V República. Entregó su vida en el ejercicio de sus funciones como gobernador de su estado natal Guárico, cuando se disponía a atender las emergencias ocasionadas por los torrenciales aguaceros. Cuando su cuerpo era velado en capilla ardiente, el Presidente Chávez acudió para rendirle honores y expresó:
“Quise venir a acompañarlos aquí, 
pués William se merece todos los honores 
que le podemos rendir 
William Lara será recordado 
como uno de los fundadores  de la
República Bolivariana de Venezuela” 

En los libros de actas de la primera ANC están asentadas todas sus intervenciones, algunas de ellas por su diáfana palabra, merecen ser publicadas como testimonio de quien dejó profunda huella en la consolidación de lo que en ese entonces todos llamábamos “el proceso”.
presente entre nosotros.  

William vive en todas las batallas que nos quedan por dar, con la conciencia segura de nuestras victorias, iluminadas por su vida ejemplar.
¡Honor a quien honor merece!
¡Nosotros Unidos Venceremos!

ALEJANDRO CARRILLO

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